Proceso de paz: 'Nuestros hijos no merecen como herencia una guerra'
Aunque fue criado a punta de empanadas y maneja un español decente, el congresista estadounidense de origen colombiano Rubén Gallego nunca ha visitado el país.
Esa anomalía acabará esta semana, cuando Gallego encabece una delegación de la Cámara de Representantes de EE. UU. cuyo fin, entre otras cosas, es expresar su apoyo a las negociaciones de paz con las Farc.
A sus 35 años, este exmarine con récord de servicio en Irak, es uno de los miembros más jóvenes del Congreso estadounidense.
En entrevista con EL TIEMPO, Gallego sostiene que trabajará para conseguir los fondos necesarios para financiar el posconflicto. Así mismo, dice tener fe en que el expresidente Álvaro Uribe eventualmente llegará a creer en la paz que se logre.
¿Qué lo trae a Colombia?
Queremos fortalecer la relación con Colombia, que ya lleva años. Al mismo tiempo, queremos enterarnos más del proceso de paz, expresar nuestro apoyo a la iniciativa y descubrir dónde podemos ayudar.
Hace poco, el Gobierno anunció un acuerdo sobre justicia trasicional al que habría llegado con las Farc que usted ya debe conocer. Dénos su opinión.
Estamos muy complacidos de ver cómo el Gobierno y las Farc han estado sentados buscando un camino que lleve a la justicia por los muchos años de trauma que le creó las Farc a la población colombiana.
Tenemos claro que no vamos a dictar los términos de ese acuerdo y lo que esperamos es poder apoyarlo. Queremos estar con Colombia ahora que está en esta senda como lo estuvimos antes durante los años del conflicto.
Al acuerdo le han salido críticos, especialmente ante la perspectiva de que no incluya penas privativas de la libertad contra personas acusadas de graves violaciones de los derechos humanos y otros crímenes. ¿Le preocupa esa posibilidad?
No creo que se les esté ofreciendo impunidad. Creo que pagarán a través de un proceso judicial paralelo al ordinario, y eso es un indicador importante de que las partes se han tomado esto en serio. No se puede castigar al resto de Colombia con más guerra e inestabilidad. Yo sí creo que existe una forma de garantizar que los que cometieron crímenes reciban un castigo, pero también una oportunidad para que se reformen y vuelvan a ser parte de la sociedad.
Entre los críticos más frontales está el expresidente Álvaro Uribe. ¿Qué opina de su postura?
Este es un tema muy personal y profundo para muchos colombianos y especialmente para aquellos que tuvieron que estar al frente por tantos años y desempeñar la nada agradable tarea de tener que informarle a un padre o una madre que su hijo murió defendiendo al país. Entiendo su resistencia. Y la entiendo porque yo estuve en la guerra y perdí a mis mejores amigos.
Lo que aprendí y aún recuerdo de esos duros momentos es que, si bien la guerra me afectó mucho y trajo odio a mi corazón, lo último que quiero hacer es pasarles esa rabia a otras generaciones. Sé que para Uribe será muy difícil, pero espero que al final encuentre la paz y ayude a llevarla a los colombianos. Porque eso es lo que las nuevas generaciones mirarán. Nuestros hijos no desean ni merecen como herencia una guerra sino la paz.
La mayoría de los líderes de las Farc están pedidos en extradición por su país para que enfrenten cargos de narcotráfico y otros crímenes. ¿Existe posibilidad alguna de que se archiven esas solicitudes en aras de la paz?
Creo que nuestro gobierno trabajará con el colombiano y que se mirarán los casos de manera individual. Acá las cosas no se mueven rápido y suponer que vamos a llegar a un acuerdo para no extraditar o pedir en extradición o devolver a Colombia gente (ya presa en EE. UU.) no es realista. No es como operamos. Pero hemos sido aliados en la guerra y haremos nuestro mejor esfuerzo para serlo en la paz. Y si eso requiere de un sacrificio de nuestra parte, seremos muy receptivos ante la posibilidad.
¿Qué tan viable es que EE. UU. deje en libertad a guerrilleros que actualmente tienen encarcelados?
Acá tenemos un proceso que otorga a los prisioneros el derecho de apelar su condena. Cualquier miembro de las Farc lo tiene y podrá usarlo en caso de que las cosas cambien. Creemos mucho en nuestro sistema de justicia y es el que debe ser usado.
¿Cree que si las Farc llegan a un acuerdo de paz con el Gobierno serán excluidas de la lista de organizaciones terroristas que publica anualmente el Departamento de Estado?
Creo que lo que cuenta son las acciones y no las palabras. En el pasado, varios grupos han salido de ese listado, pero tuvieron que probar que ya no se comportaban como terroristas, que habían abandonado la violencia para buscar cambios políticos.
Es claro que el posconflicto –si se llega a él– será muy costoso. Su país, después de más de una década de apoyar el Plan Colombia, ya venía de salida. ¿Cree que habrá interés en el Congreso de EE. UU. para apoyar nuevamente al país si llega la paz?
Mi esperanza, y por eso en este viaje están incluidos los republicanos, es poder convencer a los otros miembros del Congreso de que nos ayuden a financiar la paz de Colombia. Sabemos que será muy costoso y por eso queremos respaldarlos.
Source: Por: SERGIO GÓMEZ MASERI